Esto es lo que le sucedió a una cria chimpancé, que fue asistida en todo momento por su madre, según la revista Primates publicada.
Mahale National Park en Tanzania, la vida de los chimpancés (Pan troglodytes schweinfurthii) no es fácil, pero menos si uno nace con discapacidades congénitas que le impiden sobrevivir sin la ayuda de otros.
Amor de una madre chimpance a su hija discapacitada
"La madre tuvo que sostener la parte inferior del cuerpo del ternero con una mano y caminar con tres patas, y siempre tuvo que agarrarla con una mano para trepar a los árboles porque la cria no pudo aferrarse a ella sola. Para dejar de alimentarse de los árboles ", explica Michio Nakamura, científico del Wildlife Research Center de la Universidad de Kyoto (Japón) y uno de los autores del trabajo basado en la observación de estos animales salvajes, y no en el diagnóstico veterinario.
La cría no tenía suficiente fuerza en sus patas traseras para unirse al cuerpo de la madre, tenía un aspecto perdido y una boca entreabierta que podía apuntar a un déficit cognitivo similar al síndrome de Down, nunca la observaba caminar o comer plantas Tenía un bulto en su vientre - probablemente una hernia abdominal - que tenía un dedo más en la mano izquierda, y tenía manchas de pelo cerca de su médula espinal.
Además, cuando su madre estaba acariciando a otro chimpancé cerca de ella, la niña yacía en el suelo. "Un bebé sano en principio ya puede sentarse antes de los seis meses de edad", dice Nakamura, quien añade que a esto está vinculado al hecho de que su cuerpo era más pequeño de lo normal.
A lo largo de 50 años de estudio en este parque de Tanzania, los científicos nunca habían observado este comportamiento en chimpancés salvajes. "Los casos de chimpancés con discapacidades cautivas han sido documentados, pero como son inmediatamente separados de sus madres para darles tratamiento médico, prácticamente no hay información sobre cómo las madres actúan cuando sus hijos están seriamente discapacitados", dice el científico japonés.
Pero la madre de este chimpancé no ha sido la única que la ayudó. Aunque los demás miembros del grupo no mostraron reacciones de rechazo o temor, la madre no les permitió cuidar de la cría. En cambio, los investigadores descubrieron que era la hermana mayor de la niña que a veces se ocupaba de ella. "A veces, la madre entregó espontáneamente al bebé a la hermana mayor, este comportamiento es bastante inusual en una madre", informa el experto.
Mientras que los ancianos cuidaban de su hermana discapacitada, la madre solía trepar a los árboles y alimentarse de las frutas. "Asumimos que la ayuda del primogénito alivió la carga de la madre al menos por un tiempo", concluye Nakamura.
