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Clavo de olor y canela: aliados naturales para apoyar la salud cardiovascular


El colesterol elevado es un problema silencioso que puede afectar las arterias y aumentar el riesgo de enfermedades del corazón. Aunque los cambios en la dieta y el ejercicio son esenciales, algunos ingredientes naturales pueden servir como complemento. Entre ellos destacan el clavo de olor y la canela, dos especias aromáticas con compuestos bioactivos que favorecen el equilibrio de las grasas en la sangre. 

Clavo de olor y canela: aliados naturales para apoyar la salud cardiovascular

Propiedades del clavo de olor para el colesterol

El clavo de olor es rico en eugenol, un aceite esencial con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estos compuestos ayudan a:
  • Reducir la oxidación del colesterol LDL (“colesterol malo”).
  • Mejorar la circulación sanguínea.
  • Disminuir la inflamación en las paredes arteriales.
Además, el clavo contiene pequeñas cantidades de fibra y minerales que favorecen la digestión de las grasas y el control de los lípidos.

Beneficios de la canela para el perfil lipídico

La canela, especialmente la variedad Ceylán, contiene polifenoles que mejoran la sensibilidad a la insulina y apoyan el metabolismo de los carbohidratos y las grasas. Su consumo moderado puede:

  • Reducir los niveles de triglicéridos.
  • Favorecer un balance saludable entre colesterol LDL y HDL.
  • Ayudar a estabilizar el azúcar en la sangre, lo que también influye en la salud cardiovascular.

Cómo preparar una infusión de clavo y canela para el colesterol

  1. Hierve una taza de agua.
  2. Añade 3 clavos de olor y un trozo de canela en rama (o media cucharadita en polvo).
  3. Deja hervir por 5 minutos y reposa otros 5.
  4. Cuela y bebe tibio, preferiblemente en ayunas o antes de dormir.
Puedes tomarlo 3 veces por semana, siempre acompañado de una alimentación baja en grasas saturadas y actividad física regular.

Precauciones
  • No se recomienda su uso excesivo, ya que las dosis altas pueden causar molestias digestivas.
  • Personas embarazadas, lactantes o con problemas hepáticos deben consultar a un médico antes de incorporarlo a su dieta.
  • Este remedio es complementario y no sustituye los tratamientos médicos prescritos.